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CAPÍTULO 12: LAS ERMITAS
Autor: Eduardo Tamayo Aguirre DNI: 15.868.757E

Desde que tenemos referencias históricas del pueblo de Tamayo, entre sus dependencias siempre ha habido varias ermitas referenciadas con su Parroquia.

En la actualidad, no queda ninguna en pié, y solamente pueden verse unas ruinas de una de ellas en el Camino al Rebollar, hacia la Sierra.

Han sido tres fundamentalmente las que han tenido relación con Tamayo, aunque por su proximidad mencionaremos una cuarta, la de San Vítores, que aunque depende de Oña, está muy próxima a Tamayo y forma parte de su tradición.

Las tres ermitas a las que nos referimos son:

• San Sebastián
• San Frutos
• La Virgen de Las Nieves


1.- ERMITA DE SAN SEBASTIAN

Documentalmente aparece por primera vez en el año 1714, en las anotaciones de una visita de rigor, como perteneciente a la Parroquia de Tamayo.

Nuevas citas documentales nos dan referencia en los años 1723, 1750, 1755. En el año 1773 se manda retocar la imagen del Santo.

En el año 1863 comienza su derribo y tal y como nos lo dicen los libros parroquiales, con sus restos se reconstruyó la ermita de la Virgen de Las nieves.

Su ubicación era próxima a los terrenos dedicados a la trilla, es decir, en la zona sur del pueblo.

 

2.- ERMITA DE SAN FRUTOS O SAN FRUCTUOSO

Aparece referenciada por primera vez el 18 de noviembre de 1686, en cuyo año se realizaron "las obras de allanamiento de la Ermita".

En 1704 se lee una escritura para una obra en la ermita (referencia de los libros de fábrica)

1706: se asienta el retablo y se compra un ara

1711-12: se compra el retablo

1741: se hace una llave de la puerta

1749: hay constancia de unas obras, colocándose una vida de olmo
1751: tenía una contabilidad propia y existen registros de movimientos

1773: se arregla la puerta y se manda blanquear la ermita

1808: era la ermita principal y contaba con un cupo de trigo y uva

1818: se hace de nuevo el tejado

1856: antes existieron dos libros de registro de los movimientos de la ermita, que actualmente han desaparecido

Su ubicación: había un mojón a orilla del Camino Real, que va a la par con dos testigos a los lados............

En documento de fecha 3 de abril de 1791 dice: "Como va el arroyo que se dice de Pradillos, que sale del rio y va el arroyo arriba a Cañaleja hasta el camino que va a San Vitores y la torca arriba hasta el Pinal y las maras que confinan con el término Cantabrana y Bentretea y Terminon y la vuelta al rio de Omino hasta donde dicen corre Yuso y el río abajo hasta el dicho arroyo, está debajo de la campana de la dicha iglesia de San Frutos"

 

SITUACIÓN DE LAS ERMITAS


1.- Ermita de la Virgen de las Nieves
2.- Ermita de San Sebastián
3.- Ermita de San Frutos o San Fructuoso
4.- Ermita de San Vítores

 


3.- ERMITA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES

Aún quedan algunos vestigios de su existencia, aunque sólo son unas pocas piedras que aún conservan una forma y hacen comprender la estructura y tamaño de la ermita.

Es una construcción muy rudimentaria.

1714: Libro de fábrica: menciona su existencia

1852: se realiza una postulación para comprar un manto a la Virgen que cuesta 180 R

1856: según el inventario de este año, existían dos libros concernientes a esta ermita.

1858: se compra una urna de nogal para meter la reliquia de Nra. Sra. De Las Nieves

1863: se arregla la ermita, con las limosnas recogidas los años 1860-1-2-3-4, por un valor total de 597 R 25.

 

Tamayo: restos de la ermita de la Virgen de Las Nieves

Figura de la Virgen de Las Nieves

1876: el documento refiere que la ermita estaba dotada de una campana pequeña. Se fundió en este mismo año y el fundidor fue D. Fernando Ballesteros (de Colindres). El coste total fue de 489 R. y se pagó con limosnas. La partida de "bendición de la campana" se encuentra en el libro de bautizados señalada con el número 145, al folio 76 vuelta.

1898: arreglo de la ermita

1910: retejado

1917: arreglo de tejado

1967:          "Una vez deteriorada y arruianada la ermita, la imagén se trasladó a la iglesia parroquial.

            La fiesta religiosa consistía en procesión, misa y sermón; por la tarde, rosario y se daba a oscular una reliquia que dicen que tenía un trozo de tela tocado a objetos usados por la Virgen; el relicario estaba intacto.

            En la mayoría de los aos no había festejos populares, por ser el lugar muy pobre; algún año ha sufragado los gastos un hijo del pueblo residente en Méjico; de ordinario pagaba la música un tabernero de Oña a condición de vender él sólo los refrescos, etc

            La invocaban en las desgracias de familia de tipo religioso moral o sea en favor de personas apartadas de Dios y extraviadas moralmente. Todavía se recuerda la hazaña del hijo de este pueblo, Martin Alonso de Tamayo, que en 1546, encontrándose en Ingolstadt con las tropas españolas frente a los herejes luteranos, y acuciado por las amenazas que un fornido tudesco lanzaba a los castellanos, despreciando las órdenes del Emperador Carlos V, salió de sus filas y luchando con su rival logró darle muerte; el Emperador andó hacer justicia y Martin Alonso de Tamayo fue condenado a ser decapitado, pero por mediación de la Virgen de las Nieves a quien se encomendó. Esta logró que Carlos V revocase su orden librando así su vida el soldado desobediente".

(extracto de "Devoción popular en España a la Virgen Blanca y a Nuestra Señora de las Nieves", autor Gerardo Lopez de Guereñu. año 1967)

 

5 /X/18924: "Diócesis de Burgos. Inventario de la Parroquia de San Miguel Arcángel", dice textualmente:

"Hay una ermita titulada de Nra. Dra. De Las Nieves en la ladera del monte a cuyo pie se asienta Tamayo a donde acude el pueblo en procesión el cinco de agosto, como de ocho metros de largo por cuatro de ancho. Actualmente se halla en malas condiciones aunque cerrada y con su puerta. No se frecuentaba ni visitaba desde hace más de quince años. Su construcción es sin estilo ni arte, cuatro muros sencillos en su tejado y el techo un cielo raso. No ofrece nada interesante".

D. Agustín Lázaro, responsable provincial del Patrimonio Eclesiástico del Obispado de Burgos, y en su día párroco de Tamayo, ya comentaba su aspecto rudimentario, y sobre todo al hablar de una terna de imágenes románicas, que algunos las colocaban en esta ermita, mostraba su extrañeza por la sencillez de la misma. Según el documento no había nada que resaltar en ese año de 1924, aunque si había una imagen antigua de la propia Virgen.

Sus dimensiones las confirma el Registro Fiscal del año 1905, según el cual medía 30 m cuadrados y era propiedad del pueblo de Tamayo.

Su acceso y localización no es fácil. Partiendo de las ruinas de Las Torres y siguiendo el camino que pasa por el cementerio, cuando éste gira a la izquierda, se debe de tomar campo a través hacia la Sierra (el camino está totalmente borrado), en dirección perpendicular, nos encontraremos con los restos actuales, quedando únicamente en pie un tercio de su altura en todo su perímetro. Se ve dónde se hallaba situada la puerta, orientada hacia el camino que subía de Tamayo. Alrededor de la misma hay cantidad de piedras esparcidas procedentes de sus paredes.

En 1950 se confeccionó un manto para la Virgen de Las Nieves y se recaudó de la siguiente forma:

Donantes de Oña ...... ...425 pts Gastos: vestido ............70 pts
Donantes de Tamayo..... 75 pts manto .......... 600 pts
Donantes de XX ..........170 pts Total ............ 670 pts
Total .............. 670 pts

 


4.- ERMITA DE SAN VITORES

No pertenece a Tamayo, a su Parroquia, pero se encuentra en un camino forestal próximo, que une este pueblo con Herrera de Valdivielso y otros varios.

 


Es patrono de Oña desde el siglo XVI.

Se cree que el Santo era de Cerezo de Riotiron, pueblo del cual procedía también el Abad que escribió su historia. El relato de su vida se leyó mucho en la corte de los Reyes Católicos. Era como una novela que se pasaba de mano en mano. Primero se escribió en latín, luego en castellano. Está dedicada a D. Luís Velasco.

Los datos que aporta el autor no sabemos si son históricos, aunque por el carácter de él parece que tiene una buena base pues se le considera un hombre crítico, científico y literato. El relato narra los pasajes de un sacerdote que está de cura en los alrededores del Cerezo de Riotiron y que un día, tras una inspiración divina se hace anacoreta y acude a los montes de Oña. En la actual ermita, tras la puerta, hay una pequeña nave y después está la cueva que excavó y donde vivió. Hizo penitencia durante años. Un día, un ángel le dice que los de su pueblo están en peligro, cercados por los árabes, y que vaya a socorrerles. Acude a allí y empieza a predicarles para que no se rindan. Al final consigue que los árabes levanten el cerco, pero le cogen preso, y le someten a martirio, le apalean, le crucifican, después le bajan de la cruz y le cortan la cabeza.

Y dice el relato, que con la cabeza en las manos todavía predicaba a los árabes.

 

San Vítores. Patrono de Oña

La imagen del Santo perteneciente a la ermita se guarda en Oña, en la sacristía de la Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña. Posiblemente pertenezca al siglo XVII y está confeccionada en madera de nogal. Representa a un monje con la cabeza en las manos. Fue restaurada por la gestión de D. Agustín Lázaro.

Se celebra una romería en el lugar con motivo de San Vítores el día 26 de agosto.

La estatua es una escultura de bulto redondo, policromada y estofada, correspondiente al periodo clásico o finales del Renacimiento, de entre los años 1550 y 1600. Posee un aire un tanto manierista y plegados clásicos. Iconografía un tanto raro y extraña.

 

 

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