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HISTORIA DE TAMAYO DE BURGOS CAPÍTULO 12: Las ermitas |
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Desde que tenemos referencias históricas del pueblo de Tamayo, entre sus dependencias siempre ha habido varias ermitas referencias das con su Parroquia.
En la actualidad, de todas ellas no quedan ninguna en pié, y solamente quedar unas ruinas de una de ellas en el Camino al Rebollar, hacia la Sierra.
Han sido tres fundamentalmente las que han tenido relación con Tamayo, aunque por su proximidad mencionaremos una cuarta, la de San Vitores , que aunque depende de Oña, está muy próxima a Tamayo y forma parte de su tradición.
Las tres ermitas a las que nos referimos son:
San Sebastián San Frutos La Virgen de Las Nieves
1.- ERMITA DE SAN SEBASTIAN
Documentalmente aparece por primera vez en el año 1714, en las anotaciones de una visita de rigor, como perteneciente a la Parroquia de Tamayo.
Nuevas citas documentales nos dan referencia en los años 1723, 1750, 1755. En el año 1773 se manda retocar la imagen del Santo.
En el año 1863 comienza su derribo y tal y como nos lo dicen los libros parroquiales, con sus restos se recontruyó la ermita de la Virgen de Las nieves.
Su ubicación era próxima a los terrenos dedicados a la trilla, es decir, en la zona sur del pueblo. 2.- ERMITA DE SAN FRUTOS O SAN FRUCTUOSO
Aparece referenciada por primera vez el 18 de noviembre de 1686, en cuyo año se realizaron “las obras de allanamiento de la Ermita”.
En 1704 se lee una escritura para una obra en la ermita (referencia de los libros de fábrica)
1706: se asienta el retrablo y se compra un ara
1711-12: se compra el retablo
1741: se hace una llave de la puerta
1749: hay constancia de unas obras, colocándose una vida de olmo 1751: tenía una contabilidad propia y existen registros de movimientos
1773: se arregla la puerta y se manda blanquear la ermita
1808: era la ermita principal y contaba con un cupo de trigo y uva
1818: se hace de nuevo el tejado
1856: antes existieron dos libros de registro de los movimientos de la ermita, que actualmente han desaparecido
Su ubicación: había un mojón a orilla del Camino Real, que va a la par con dos testigos a los lados…………
En documento de fecha 3 de abril de 1791 dice: “Como va el arroyo que se dice de Pradillos, que sale del rio y va el arroyo arriba a Cañaleja hasta el camino que va a San Vitores y la torca arriba hasta el Pinal y las maras que confinan con el término Cantabrana y Bentretea y Terminon y la vuelta al rio de Omino hasta donde dicen corre Yuso y el rio abajo hasta el dicho arroyo, está debajo de la campana de la dicha iglesia de San Frutos”
1.- Ermita de la Virgen de las Nieves 2.- Ermita de San Sebastián 3.- Ermita de San Frutos o San Fructuoso 4.- Ermita de San Vitores 3.- ERMITA DE LA VIRGEN DE LAS NIEVES
Aún quedan algunos vestigios de su existencia, aunque sólo son unas pocas piedras que aún conservan una forma y hacen comprender la estructura y tamaño de la ermita.
Es una construcción muy rudimentaria.
1714: Libro de fábrica: menciona su existencia
1852: se realiza una postulación para comprar un manto a la Virgen que cuesta 180 R
1856: según el inventario de este año, existían dos libros concernientes a esta ermita.
1858: se compra una urna de nogal para meter la reliquia de Nra. Sra. De Las Nieves
1863: se arregla la ermita, con las limosnas recogidas los años 1860-1-2-3-4, por un valor total de 597 R 25.
Tamayo: restos de la ermita de al Virgen de Las Nieves 1876: el documento refiere que la ermita estaba dotada de una campana pequeña. Se fundió en este mismo año y el fundidor fue D. Fernando Ballesteros (de Colindres). El coste total fue de 489 R. y se pagó con limosnas. La partida de “bendición de la campana” se encuentra en el libro de bautizados señalada con el número 145, al folio 76 vuelta.
1898: arreglo de la ermita
1910: retejado
1917: arreglo de tejado
5 /X/1824: “Diócesis de Burgos. Inventario de la Parroquia de San Miguel Arcángel”, dice textualmente:
“ Hay una ermita titulada de Nra. Dra. De Las Nieves en la ladera del monte a cuyo pie se asienta Tamayo a donde acude el pueblo en procesión el cinco de agosto, como de ocho metros de largo por cuatro de ancho. Actualmente se halla en malas condiciones aunque cerrada y con su puerta. No se frecuentaba ni visitaba desde hace más de quince años. Su construcción es sin estilo ni arte, cuatro muros sencillos en su tejado y el techo un cielo raso. No ofrece nada interesante ”.
D. Agustin Lazaro, responsable provincial del Patrimonio Eclesiastico del Obispado de Burgos, y en su día párroco de Tamayo, ya comentaba su aspecto rudimentario, y sobre todo al hablar de una terna de imágenes románicas, que algunos las colocaban en esta ermita, mostraba su extrañeza por la sencillez de la misma. Según el documento na había nada que resaltar en ese año de 1924, aunque si había una imagen antigua de la propia Virgen.
Sus dimensiones las confirma el Regsitro Fiscal del año 1905, según el cual medía 30 m cuadrados y era propiedad del pueblo de Tamayo.
Su acceso y localización no es fácil. Partiendo de las ruinas de Las Torres y siguiendo el camino que pasa por el cementerio, cuando éste gira a la izquierda, se debe de tomar campo a través hacia la Sierra (el camino está totalmente borrado), en dirección perpendicular, nos encontraremos con los restos actuales, quedando unicamente en pie un tercio de su altura en todo su perímetro. Se ve dónde se hallaba situada la puerta, orientada hacia el camino que subía de Tamayo. Alrededor de la misma hay cantidad de piedras esparcidas procedentes de sus parede.
En 1950 se confeccionó un manto para la Virgen de Las Nieves y se recaudó de la siguiente forma:
Donantes de Oña …… …425 pts Gastos: vestido …………70 pts Donantes de Tamayo….. 75 pts manto ………. 600 pts Donantes de XX ……….170 pts Total ………… 670 pts Total ………….. 670 pts 4.- ERMITA DE SAN VITORES
No pertenece a Tamayo, a su Parroquia, pero se encuentra en un camino forestal próximo, que une este pueblo con Herrera de Valdivielso y otros varios. Es patrono de Oña desde el siglo XVI. Se cree que el Santo era de Cerezo de Riotiron, pueblo del cual procedía también el Abad que escribió su historia. El relato de su vida se leyó mucho en la corte de los Reyes Católicos. Era como una novela que se pasaba de mano en mano. Primero se escribió en latín, luego en castellano. Está dedicada a D. Luís Velasco.
Los datos que aporta el autor no sabemos si son históricos, aunque por el carácter de él parece que tiene una buena base pues se le considera un hombre crítico, científico y literato. El relato narra los pasajes de un sacerdote que está de cura en los alrededores del Cerezo de Riotiron y que un día, tras una inspiración divina se hace anacoreta y acude a los montes de Oña. En la actual ermita, tras la puerta, hay una pequeña nave y después está la cueva que excavó y donde vivió. Hizo penitencia durante años. Un día, un ángel le dice que los de su pueblo están en peligro, cercados por los árabes, y que vaya a socorrerles. Acude a allí y empieza a predicarles para que no se rindan. Al final consigue que los árabes levanten el cerco, pero le cogen preso, y le someten a martirio, le apalean, le crucifican, después le bajan de la cruz y le cortan la cabeza.
Y dice el relato, que con la cabeza en las manos todavía predicaba a los árabes.
San Vitores. Patrono de Oña
La imagen del Santo perteneciente a la ermita se guarda en Oña, en la sacristía de la Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña. Posiblemente pertenezca al siglo XVII y está confeccionada en madera de nogal. Representa a un monje con la cabeza en las manos.
Se celebra una romería en el lugar con motivo de San Vitores el día 26 de agosto.
La estatua es una escultura de bulto redondo, policromada y estofada, correspondiente al periodo clásico o finales del Renacimiento, de entre los años 1550 y 1600. Posee un aire un tanto manierista y plegados clásicos. Iconografía un tanto raro y extraña. |
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